AÑO 2002
Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna:
Llego, un año más, la Semana Santa y, con ella, la manifestación de nuestra religiosidad y devoción a la Pasión del Señor. Nuestra Cofradía ha puesto a punto su banda de tambores y sus hábitos de cofrades. Todos queremos comprobar que nuestra Cofradía esta a la altura que nos exige el misterio que estos días escenificamos por nuestras calles.
Soy consciente del esfuerzo que la banda está haciendo para que el ritmo de las marchas sea acorde y ayude a la oración durante las procesiones y del empeño de la Junta y cada uno de los cofrades estáis poniendo para que no falte un detalle. Todo esto es bueno pero insuficiente. Tenemos que poner a punto los otros elementos: Las virtudes cristianas que nos ayuden hacer verdad en la vida lo que, con tanta ilusión, manifestamos en estos días en las procesiones.
Durante la Cuaresma, hemos sido invitados a convertirnos más a Dios y a crecer en la identificación con Jesucristo. Esta es una exigencia de nuestra condición de cristianos y de cofrades. Participar con el resto de la comunidad en el culto, estos días; purificar nuestro corazón con el sacramento de la reconciliación y fortalecernos con la comunicón, nos ayudará a dar testimonio de nuestra fe en las procesiones de Jueves y Viernes Santo.
Salir por las calles arropando la imagén de Jesús Atado a la Columna es gritar con nuestra actitud: “Creo en Jesús y comparto su dolor”.. “Mirad como le trataron y se le sigue tratando en tantos que sufren injustamente. To quiero estar a su lado”.
Nuestra actitud religiosa en las procesiones del año pasado fue ejemplar. Podemos felicitarnos. Que esa experiencia nos anime a superarnos un poco más este año.
Os animo a que, entre todos, consigamos que crezca el número y la calidad cristiana de los cofrades hasta hacer, de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna, un grupo, tan activo y comprometido con la Parroquia, que todos sintamos como algo muy propio.
Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco.